El vino tiene distintas propiedades que pueden verse afectadas por la temperatura en que se encuentra. Esto se reflejará finalmente en cómo aprecias sus aromas y descubres sus sabores. En este sentido, es preciso aclarar que las temperaturas extremas no les viene nada de bien. Al ser muy bajas, el vino reduce la sensación alcohólica, mitigando las notas ácidas y dulces, y acentuando la astringencia de los taninos. En cambio, cuando la temperatura del vino es alta, se desvanece la sensación de acidez y la fruta se vuelve más pesada, por lo que se pierde frescura. Además, los vinos tintos y los blancos no comparten las mismas reglas a la hora de ser conservados y ofrecidos en la mesa. Si quieres saber a qué temperatura debes guardar y servir tus vinos para disfrutarlos completamente, solo debes seguir leyendo. A qué temperatura conservar los vinos La temperatura ideal para conservar los vinos tintos varía en función de su elaboración:
Tintos jóvenes sin crianza en madera: entre 12 y 15° C.
Tintos con tiempo medio en barrica: entre 14 y 17° C.
Tintos con tiempo prolongado en barrica: entre 16 y 20° C.
Ahora, como es muy complicado tener toda tu reserva con distintas temperaturas para cada botella, lo mejor es que las mantengas a una temperatura constante entre los 12° y 16°, incluyendo los vinos blancos. Debes saber que estos últimos soportan temperaturas más bajas que los tintos. Consejos para guardar tus vinos Procura que la humedad ronde en torno al 70% y al 80% para evitar que el corcho se reseque demasiado o se rompa. Lo ideal es que el sitio donde los guares sea oscuro y cuente con una buena ventilación. Y no olvides que la posición horizontal es la correcta para conservarlos mejor. Actualmente, existen cavas y mantenedores que te ayudarán a conservar la temperatura óptima que requiere cada uno de tus vinos y que, además protegerán la botella ante la luz solar. Los típicos refrigeradores de casa no son del todo recomendables, ya que debes mantener una temperatura acorde a los alimentos que tengas y, por otro lado, cuentan con el inconveniente de que la apertura de la puerta hace oscilar la climatización. A qué temperatura servir los vinos La temperatura de servicio resulta igual de importante, ya que te permitirá disfrutar de las características del vino en todo su esplendor.
Tintos con cuerpo: entre 16 y 18° C.
Tintos ligeros: entre 14 y 16° C.
Blancos: entre 9 y 11° C.
Rosados y blancos con cuerpo: entre 12 y 14° C.
Espumantes: entre 7 y 8° C.
En términos generales, los sommeliers indican que, si el vino tiene menos cuerpo, necesitará estar más helado, y si tiene mayor cuerpo, requerirá más calidez. Es importante que recuerdes nunca sacar el vino de la cava o refrigerador y ponerlo de inmediato en la mesa, especialmente si se trata de vinos con cuerpo. Pues, además de dejarlos “respirar” (si es que no cuentas con un aireador), hay que verificar la temperatura en la que se encuentran.